La forma y la calidad de la nutrición son factores importantes que pueden influir en el comportamiento tanto de la salud como del bienestar y el cortisol.
una dieta adecuada ayuda a mantener la homeostasis en el cuerpo. Los cambios en el estilo de vida llevan a aumentar el grado de procesamiento de los alimentos y, por lo tanto, a reducir el valor nutricional de los productos disponibles y esto obliga al uso de enmiendas tecnológicas en la nutrición, es decir, la fortificación y la formación de suplementos dietéticos. Los alimentos modificados pueden complementar la dieta en nutrientes necesarios; factores ambientales como la actividad pueden causar cambios de adaptación en el sistema endocrino de cada ser humano.
El cortisol es un corticosteroide, en el que la influencia varía dependiendo de su concentración; a través de su acción múltiple, moviliza al organismo para combatir el estrés, asegurando un nivel estable de glucosa, estimulando la regeneración del tejido e inhibiendo los procesos de inflamación.
Factores como el trabajo estresante, los problemas personales, los entrenamientos intensos pueden llevar a una concentración excesiva y sostenida a largo plazo de esta hormona, lo que afecta la formación de trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina, el aumento de la presión arterial, la regeneración ósea anormal y la síntesis de colágeno o la deficiencia de calcio en el organismo.
Una dieta con menos sodio del que solemos consumir mejora el estado de ánimo, nos hace un poco más delgados y, si creemos que en estudios con animales, también puede mejorar el crecimiento muscular podríamos pensar dos veces antes de añadir mucha sal a nuestra comida. Investigadores australianos, afiliados a la Universidad Deakin, pueden haber descubierto cómo esto es posible; según su estudio publicado en el British Journal of Nutrition, cuanto menos sodio consumamos, menos cortisol produce nuestro cuerpo.
Demasiado sodio en la dieta eleva el cortisol
Todos los días los adultos necesitan aproximadamente 4 gramos de sal (la principal fuente de sodio); los científicos nutricionales recomiendan no aumentar la ingesta diaria de sal en más de 6 gramos por día, sin embargo, la mayoría de nosotros consumimos mucho más, sobre todo por la ingesta de alimentos preparados. Numerosos estudios indican que una ingesta elevada de sal aumenta el riesgo de hipertensión, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, osteoporosis y cáncer de estómago.
Ahora, el grupo de investigadores australianos durante 24 horas, recolectaron la orina de 120 niños de 5 a 12 años y sus madres; en la orina determinaron, entre otras cosas, la concentración de sodio y la de cortisol libre. En los resultados provenientes de las muestras tanto de los niños como de sus madres detectaron una asociación entre el cortisol y el sodio; cuanto mayor era la concentración de sodio en la orina, mayor era la concentración de cortisol libre o no unido.
Por lo menos, en una población de escolares y sus madres, este estudio ha demostrado que la ingesta elevada de sodio se asocia con una mayor producción de cortisol. Por otro lado, otro estudio publicado en la revista Journal of Endocrinological Investigation en 1998 indica que la secreción de cortisol es modificada por la ingesta de sodio.
Al estudiar el eje hipofisario-suprarrenal se midieron los ritmos diurnos de ACTH y los niveles de cortisol en suero de 10 hombres saludables después de cuatro días de dieta baja en sodio (ingesta 40 mEq / día) y después de seis días de dieta alta en sodio (ingesta 320 mEq). /día). La excreción urinaria de aldosterona-18-glucurónido y cortisol libre se determinó al final de cada dieta.
Los resultados indican que la excreción urinaria de aldosterona disminuyó de 17.9 +/- 2.6 a 2.8 +/- 1.1 microgramos / día y el cortisol urinario aumentó de 26.2 +/- 6.2 a 36.8 +/- 13.8 microgramos / día durante la ingesta baja y alta de sodio. En contraste, la ACTH plasmática y el cortisol sérico medidos cada dos horas durante un período de 24 horas fueron similares durante la ingesta de sodio alta y baja; los resultados sugieren una alteración del cortisol por el riñón durante la ingesta elevada de sal, lo cual afecta al cuerpo en forma determinante tanto en el nivel de estrés como de funcionamiento de los sistemas.
Fuentes
- British Journal of Nutrition: Urinary sodium is positively associated with urinary free cortisol and total cortisol metabolites
- European Food Research and Technology: The effect of diet components on the level of cortisol
- Journal of Endocrinological Investigation: Sodium loading raises urinary cortisol in man