Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, excepto cuando están enamorados; durante este período intenso, los hombres y las mujeres se parecen más entre sí que en cualquier otro momento, especialmente cuando llega San Valentín.
Ya sabemos que enamorarse es un poco como volverse loco. Donatella Marazziti, de la Universidad de Pisa en Italia, demostró en 1999 que los niveles del neurotransmisor serotonina, que tiene un efecto calmante, caen por debajo de lo normal en aquellos que dicen que están enamorados, así como en personas con trastorno obsesivo compulsivo; ambos grupos pasan demasiado tiempo obsesionándose con algo o con alguien (edición impresa del New Scientist, 31 de julio de 1999).
Otro investigador, Marazziti ha analizado los cambios hormonales que ocurren en las personas que están enamoradas. Su equipo midió los niveles sanguíneos de varias hormonas clave en 12 hombres y 12 mujeres que dijeron haberse enamorado en los últimos seis meses. Los investigadores compararon estos niveles hormonales con los de otros 24 voluntarios que eran solteros o tenían relaciones estables a largo plazo.
El primer hallazgo fue que tanto los hombres como las mujeres enamoradas tienen niveles considerablemente más altos de la hormona del estrés cortisol, lo que indica que el cortejo puede ser algo estresante. “Pero el hallazgo más intrigante está relacionado con la testosterona”…. ¿estás curioso en San Valentín?.
¿El amor hace la diferencia o no?
Los hombres que estaban enamorados tenían niveles más bajos de testosterona, la hormona sexual masculina, relacionada con la agresión y el deseo sexual, que los otros hombres dominan. Las mujeres enamoradas, en contraste, tenían niveles más altos de testosterona que sus contrapartes, según este estudio publicado en la revista “Psiconeuroendocrinología”.
Los hombres, de alguna manera, se habían vuelto más como las mujeres, y las mujeres se habían vuelto como los hombres
Es como si la naturaleza quisiera eliminar lo que puede ser diferente en hombres y mujeres, porque es más importante sobrevivir y aparearse en esta etapa. ¿Pero el enamoramiento es realmente responsable de estos cambios?. Bueno Andreas Bartels, del University College London, señala que los cambios hormonales podrían ser el resultado de una mayor actividad sexual. Hay un alto grado de afecto, pero también hay, sin duda, una actividad sexual extremadamente alta según sus conclusiones.
Sin embargo, el científico Marazziti piensa que esta explicación es improbable, porque en su estudio, aquellos en el grupo de control tenían relaciones sexuales con la misma frecuencia que aquellos en el grupo “enamorado” y esto no se modificaba en períodos como San Valentín.
¿El amor es ciego?, dicen esto
Además, otros estudios sugieren que los niveles de testosterona en los hombres aumentan a medida que aumenta la actividad sexual (edición impresa del New Scientist, 27 de noviembre de 1999).
Si los cambios hormonales fueran solo el resultado del sexo, se esperaría que los niveles de testosterona aumentaran los hombres, en lugar de disminuir.
Los niveles convergentes de testosterona pueden no ser lo único que ayuda a un hombre y a una mujer a superar sus diferencias; otra investigación ha demostrado que enamorarse realmente nos hace ciegos a las fallas de nuestra pareja. El equipo del investigador Bartels descubrió que cuando las personas miran a sus amantes, se suprimen los circuitos neuronales que normalmente están asociados con la evaluación social crítica de otras personas (Neuroimage, vol 21, pag 1155).
Pero el estado de felicidad que es el amor romántico no dura según sus puntos de vista. Cuando Marazziti volvió a probar a las mismas personas uno o dos años después, cuando dijeron que ya no estaban locamente enamorados, sus niveles hormonales habían vuelto a la normalidad y esto pudo o es sorprendente, justo cuando llegamos a en San Valentín.
Fuente
- News Scientist Research: Hormones converge for couples in love