No solo el ácido cítrico y el 6-gingerol picante del jengibre como saborizantes le agregan sabores especiales a los alimentos, suplementos y bebidas; ambas sustancias también estimulan las defensas moleculares en la saliva humana, según hallaron investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM) y el Instituto Leibniz de Biología de Sistemas Alimentarios.
Los hallazgos demuestran el potencial de las sustancias de sabor y sus propiedades que van más allá de lo sensorial; esto se logró luego que los investigadores trataron de descubrir el efecto de los alimentos y bebidas en la composición de la saliva.
La saliva humana es una mezcla compleja y acuosa formada por componentes muy diferentes; además de las células mucosas e inmunes, contiene una gran cantidad de moléculas que realizan una amplia variedad de funciones biológicas. La saliva no solo juega un papel importante en la ingesta alimentaria, sino que también es crucial para mantener la salud de los dientes, las encías y la mucosa oral; al mismo tiempo, también representa la primera defensa contra patógenos externos.
El equipo de científicos alemanes estudiaron la influencia de los siguientes saborizantes en la composición de la saliva humana: ácido cítrico (ácido), el edulcorante aspartamo (dulce), ácidos iso-alfa (amargo), el potenciador del sabor glutamato monosódico (umami), sal de mesa (salada), 6-gingerol (picante) y las sustancias contenidas en la pimienta de sichuan – hidroxi-alfa-sanshool (hormigueo) e hidroxi-beta -sanshool (adormecer).
En este caso, se encontró que todas las sustancias bajo investigación modulan la composición proteica de la saliva en mayor o menor grado; los análisis de la función biológica de las proteínas salivales afectadas por la modulación también mostraron que los cambios provocados por el ácido cítrico y el 6-gingerol activan el sistema de defensa molecular en la saliva. Por ejemplo, el 6-gingerol incrementó la actividad de una enzima que convierte el tiocianato contenido en la saliva en hipotiocianita, triplicando aproximadamente la cantidad de hipotiocianita antimicrobiana y fungicida en la saliva; los cambios provocados por el ácido cítrico, por otro lado, causaron que los niveles de lisozima en la saliva se multiplicaran por diez.
Los estudios con saborizantes en cultivos bacterianos han demostrado por primera vez que este aumento es suficiente para prevenir casi por completo el crecimiento de bacterias Gram-positivas; la lisozima actúa contra este tipo de bacterias al destruir sus paredes celulares. En conclusión, estos nuevos hallazgos muestran que las sustancias aromatizantes ya muestran efectos biológicos en la cavidad oral que van mucho más allá de sus propiedades sensoriales conocidas.
Los científicos de la industria de alimentos explican que uno de los objetivos de la biología de los sistemas alimentarios es investigar más a fondo utilizando los últimos métodos analíticos; en la opinión de algunos expertos esta es la única forma de encontrar nuevos enfoques para la producción a largo plazo de alimentos cuyos perfiles de funciones y componentes estén alineados con la salud y las necesidades sensoriales de los consumidores. Para nuestro entender, es un punto interesante dentro de la industria de los saborizantes, que busca intercalar los sabores y las propiedades de cada producto que se lanza en el mercado.
Fuente
- TUM – Technical University of Munich: Flavoring substances stimulate immune defenses