Estos dos tipos de ácidos grasos insaturados son conocidos por ser cardio protectores ya que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (dañino) en la sangre. Mientras que las grasas monoinsaturadas permanecen en estado líquido a temperatura ambiente pueden comenzar a solidificarse en el refrigerador, están compuestas de una cadena de carbono por una par de moléculas de carbono unidas por un doble enlace, en contraste, las grasas poliinsaturadas por lo general permanecen en estado líquido en ambas condiciones, están compuestas de dos o más dobles enlaces entre los átomos de carbono en la cadena principal de carbono de la grasa.
Para establecer un parámetro entre las grasas monoinsaturadas vs las grasas poliinsaturadas podemos comparar sus beneficios para la salud; las evidencias citan que ambas reducen los niveles de colesterol LDL en una dieta baja en grasas saturadas y trans, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero las grasas monoinsaturadas son ricas en vitamina E, lo que desarrolla y mantiene las células del organismo. Por otro lado, el cuerpo requiere de dos tipos de ácidos grasos poliinsaturados como el omega-3 y el omega-6, pues las células no pueden fabricarlas por sí mismas; en este caso ambos ácidos grasos contribuyen a la función cerebral, reducen la inflamación (incluida la recuperación en el post-entreno), además de reducir la aparición de enfermedades.
La razón por la que necesitamos un montón de antioxidantes cuando ingerimos grasas poliinsaturadas es simple; cuando una grasa es más insaturada, más delicada se vuelve y en este caso el calor y el oxígeno se vuelve más perjudicial para las grasas poliinsaturadas que para las grasas monoinsaturadas. Esta situación es problemática para los aceites vegetales altamente poliinsaturados porque pierden la protección antioxidante al estar crudas (es decir, aceites de frijoles, de semillas o de frutos secos), lo que indicaría que es mejor consumir los alimentos poliinsaturados en su formato original y no necesariamente en su formato de aceite, pues no tienen la misma protección, ya que pierden sus nutrientes antioxidantes durante el proceso de cocción.
Debido a los problemas con el daño por calor a los aceites con alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados, muchas compañías ofrecen aceites que ordinariamente serían ricos en ácidos grasos poliinsaturados, pero en realidad contienen ácidos grasos poliinsaturados un número mucho menor de lo esperado y muchos aceites monoinsaturados más altos de lo esperado. Estos aceites son producidos a partir de plantas que han sido hibridadas (no manipuladas genéticamente) para contener más grasas monoinsaturadas en sus granos o semillas.
Dado que la mayoría de esta grasa monoinsaturada proviene del ácido oleico (uno de los ácidos grasos monoinsaturados más comunes que se encuentran en los alimentos), estos aceites son generalmente llamados “aceites de alto oleico”. Así que se puede comprar aceites de girasol alto en oleico, de ártamo o de maíz, entre otros, entonces, si se utilizaría los aceites para cocinar a altas temperatuas, estas versiones pueden ser una buena opción; se cree que los aceites con alto contenido de grasas monoinsaturadas son los mejores para cocinar (el aceite de oliva es un buen ejemplo), ya que tienen el umbral de oxidación más alto, lo que significa que se mantienen estables a temperaturas más altas y fácilmente no se quedan hidrogenados o saturados.
Las grasas monoinsaturadas se encuentran principalmente en los alimentos naturales como las nueces, el aguacate, el aceite de oliva y aceite de semilla de uva, aceite de maíz y aceite de canola; el aceite de oliva, un componente clave de la dieta mediterránea tan popular, conocido por sus beneficios para la salud, es la mejor fuente de grasas monoinsaturadas al 75%. En comparación, las grasas poliinsaturadas, que se encuentran en los aceites vegetales del girasol o el aceite de semilla de algodón, han demostrado tener un efecto protector contra la resistencia a la insulina (que puede conducir a la diabetes) lo que puede diferenciar de alguna forma las grasas monoinsaturadas vs las grasas poliinsaturadas.
Hay que recordar que, si bien las grasas no saturadas son más beneficiosas en la promoción de una buena salud, en comparación con las grasas saturadas y trans, así como el colesterol dietético, van a aumentar la ganancia de peso no deseado si se consumen en exceso, dado que la grasa, independientemente de su origen, contiene 9 calorías por gramo, en comparación con 4 calorías por gramo de las proteínas y carbohidratos. Sin embargo, un aspecto positivo en relación con las grasas buenas es que normalmente se usan como acompañamiento de otros alimentos en lugar de se una fuente principal de nutrición, como, por ejemplo, productos de origen animal.
Fuentes
- Bodybuilding Research: Monounsaturated and Polyunsaturated fat
- Mayo Clinic Healthy: Which is better: monounsaturated or polyunsaturated fats ?